El canal internacional
de noticias en español
más visto en el mundo
Opinión

Trump y su delirante guerra contra el BRICS: la absurda guerra comercial contra Brasil

Publicado:
Trump y su delirante guerra contra el BRICS: la absurda guerra comercial contra Brasil

¡¿Cómo olvidar cuando, al inicio de su segunda presidencia, Donald Trump se refirió a España como uno de los miembros del BRICS?! Como siempre, muy seguro en su respuesta a un periodista, agregó: "¿Sabes lo que es un país BRICS? Ya lo vas a averiguar".

Obviamente, ni él ni el periodista sabían de lo que estaban hablando. Para quienes seguimos el avance del bloque, esto no fue más que una anécdota propia del folklore político estadounidense.

Pasados unos meses, algunos aspectos han cambiado, en especial después de la decimoséptima cumbre que tuvo lugar el mes pasado en Río de Janeiro. Desde entonces, BRICS ha estado presente en las declaraciones de funcionarios estadounidenses, incluyendo del mismo presidente y, por lo tanto, en la prensa corporativa hegemónica.

Todo indica que 2025 está siendo el año en el que, finalmente, en Washington entendieron el poder transformador de BRICS y quieren frenarlo. Detrás de la última arancelitis aguda en la Casa Blanca, anunciada el 31 de julio, lo que sucede es un intento de sabotear el nuevo sistema de comercio internacional que se está forjando.

Lo que no ha cambiado es que claramente, siguen sin entender qué es BRICS y todo indica que no saben lo que están haciendo.

BRICS busca desdolarizar el bloque

Contra todo pronóstico, la Cumbre en Río fue un éxito. Fue la primera reunión del formato BRICS extendido. Se reunieron representantes de los 11 miembros plenos del bloque y de los 10 miembros asociados. Además, participaron representantes de otros 16 países y organizaciones internacionales. Hoy, BRICS representa al 44 % del PIB mundial en términos de PPA y al 56 % de la población mundial. La mayoría global estuvo representada.

En muchos sentidos, la declaración final de este año se parece a la de la cumbre anterior, la diferencia estuvo en el tono más político. El bloque dejó de ser un club y se posicionó como un actor con la capacidad de representar y dar soluciones a los problemas del Sur Global. Además, la multipolaridad pasó a ser una propuesta para expandir las oportunidades de los países en desarrollo.

A su vez, sentaron una posición clara y crítica frente a los ataques a Irán en junio y el genocidio en Gaza, lo que es, en la práctica, una crítica al accionar del Occidente colectivo; mientras que, de manera indirecta, criticaron las recientes prácticas arancelarias de Washington.

BRICS representa al 44 % del PIB mundial en términos de PPA y al 56 % de la población mundial.

Sin embargo, lo más importante fue que el proceso de desdolarización pasó de ser una posibilidad a un objetivo de trabajo. El periodista Pepe Escobar ha definido con precisión a BRICS como un laboratorio en el que se están probando diferentes recetas para el desarrollo económico. La principal de ellas es la de comerciar en monedas locales.

En Río de Janeiro, también se anunció el lanzamiento de una nueva plataforma de inversión enlazada al Nuevo Banco de Desarrollo para el financiamiento de proyectos en monedas locales, sin pasar por el sistema SWIFT.

Esto es desdolarización de facto, lo que es muy bueno para los países del Sur Global y muy malo para EE.UU. Por ello, en la Casa Blanca, ya sonaron las alarmas.

Rabieta en la Casa Blanca

Según el medio Político, Trump ya tenía en la mira a Brasil por sus intentos de regular compañías tecnológicas estadounidenses (principalmente X, de Elon Musk) y por el juicio a Jair Bolsonaro, pero la cumbre fue la gota que derramó el vaso.

Trump amenazó, primero, con colocar 10 % de aranceles a los miembros del bloque. Luego, terminada la cumbre, amenazó a Brasil con 50 %, los cuales se hicieron efectivos este mes.

Cabe resaltar que, con Trump 2.0, EE.UU. inaugura una nueva forma de sanciones económicas. En esta administración, sanciones y aranceles se han convertido en sinónimos. Han disfrazado una política proteccionista del mismo mecanismo imperialista con la que someten a otros países.

Están haciendo más de lo mismo, con otro formato y esperando resultados diferentes.

Brasil, una de las "patas flojas" del BRICS

En 2012, en los albores del BRICS, en EE.UU. se acuñó el término 'global swing states' o 'Estados pendulares globales' para referirse a seis potencias globales medias, no alineadas, que podrían tener gobiernos a favor de los intereses de Washington.

Estas son Brasil, India, Indonesia, Arabia Saudita, Sudáfrica y Turquía. Salvo por la última, hoy todas son miembros plenos del bloque. Hasta hoy son considerados países frágiles y cambiantes y que, con la estrategia adecuada, Washington puede asegurarse un gobierno servil a sus intereses.

Lo cierto es que Brasil sí es una de las “patas flojas” de la mesa del BRICS. Antes del inicio de la cumbre de este año, había pocas o nulas expectativas. La decisión de Brasil de organizarla en julio y no a final de año, como es costumbre, preocupó a más de uno. Más aún cuando se debió a que daban prioridad a la COP que también tendrá lugar en territorio brasileño, una cumbre que ya ha demostrado ser totalmente inútil.

Voces independientes brasileñas denuncian que hay un lobby anti-BRICS y que la posición de Itamaraty no coincide con la del mismo Lula. Esto podría explicar la infame decisión de vetar el ingreso de Venezuela y de seguir manteniendo al país aislado, a pesar de que sería una gran contribución para el bloque.

Trump, denotando su propia falta de estrategia, decidió pelearse con uno de los miembros menos confiables de BRICS. Con su acción, el mandatario estadounidense, probablemente, cambió el destino político del país y no cómo él hubiese querido.

La respuesta de Brasil

Lula, como buen político de larga trayectoria, supo capitalizar la grosera intervención en la soberanía de su país a su favor. Hacia el exterior, respondió que Brasil es un país soberano y que no quieren ningún emperador que les dicten qué hacer. Posteriormente, otros países lo respaldaron.

Hacia el interior, Lula puso en la agenda política el que debería ser el debate más importante en cada país latinoamericano: o se es soberano o se es entreguista. Esto ha dejado sin margen de acción a lobby anti-BRICS ya que nadie va a decir abiertamente que está en contra de los intereses de su país.

Asimismo, la derecha política ha tenido reacciones más divididas; mientras que la izquierda brasileña se ha mostrado más unida. Si esta quiere sobrevivir políticamente, deberá construir sobre esta crisis, más allá de la figura de Lula.

El colmo del absurdo es que los aranceles sancionadores no tendrán el efecto que espera Trump. Para empezar, EE.UU. tiene una balanza comercial positiva con Brasil y de responder, más se verían afectados los intereses estadounidenses.

El mundo es cada vez más amplio para Brasil y, cada vez, más estrecho para EE.UU.

Por otro lado, el mayor socio comercial del país sudamericano es China. Las exportaciones brasileñas representan un quinto del PIB y de estas, sólo el 12% van a EE.UU. Asimismo, cerca de 700 productos serán exonerados de aranceles. Los dos sectores más golpeados serán el cafetero y la industria cárnica, pero Brasil tiene otros clientes.

En el caso del café, además, es más fácil vender que comprarlo y el 30 % del café importado por EE.UU. llegaba de Brasil.  Por ejemplo, China recibirá a 183 empresarios del café. Ahora, mientras el consumidor chino se beneficiará, el estadounidense pagará los costos de las políticas absurdas de su gobierno.

También, cabe recordar que en octubre Lula participará en la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, en inglés), donde se abrirán más mercados para su país. El mundo es cada vez más amplio para Brasil y, cada vez, más estrecho para EE.UU.

Trump ha construido una imagen de hombre de negocios exitoso, prepotente, que consigue lo que quiere aplastando al resto. Por ello, muchos analistas insistían en que no había que tomarlo en serio porque sus acciones no son más que fanfarronadas.

No obstante, conforme se van acumulando, más parece que estamos frente a un gobernante a la deriva. Ni él ni quienes lo rodean saben qué hacer y sólo les queda construir narrativas que alimenten a los cada vez menos seguidores que le quedan.

Así como ha emprendido una absurda batalla contra Brasil, también lo ha hecho con India, Rusia y, por supuesto, China, acumulando fracasos. Sus únicos logros son con países vasallos como los de la Unión Europea. Esto tiene un límite.

Entonces, cabe preocuparse por lo que será capaz de hacer cuando la realidad se imponga y no tenga más ficciones para vender. Es delirante, pero también peligroso.

Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de RT.

comentarios
RT en Español en vivo - TELEVISIÓN GRATIS 24/7