Donald Trump anunció el lunes sus planes de construir nuevos buques de guerra y modernizar y fortalecer la Armada estadounidense, un proyecto al que denomina 'Golden Fleet', es decir, 'Flota Dorada'. No obstante, los expertos advierten que los ambiciosos planes del presidente estadounidense son poco realistas y enfrentarán numerosos obstáculos, informa Politico.
Diseñar y construir nuevos buques es un proceso que conlleva años de trabajo; sin embargo, al anunciar la creación de los nuevos acorazados clase Trump, el jefe de la Casa Blanca afirmó que el primero de ellos entrará en servicio en dos años y medio. A pesar del optimismo del mandatario, dos fuentes señalaron que cumplir con este plazo será probablemente imposible, especialmente dada la falta de planos de ingeniería del buque.
Este plazo es aún menos realista si se tiene en cuenta que todos los buques en construcción en EE.UU. llevan actualmente al menos un año de retraso, y los astilleros tienen dificultades para contratar y retener suficientes trabajadores. Para abordar este problema, Trump dijo que se reunirá con los directores ejecutivos de las empresas de defensa la próxima semana para instarlos a asignar fondos a la construcción de nuevas plantas.
Falta de dinero
Otro problema es la falta de financiación. El presupuesto actual del Pentágono no es capaz de financiar ninguno de los numerosos, ambiciosos y costosos planes de Trump. Bryan Clark, un oficial retirado de la Armada que actualmente trabaja en el Instituto Hudson, destacó que el costo de construir una nueva clase de buque con tantas tecnologías complejas sería enorme.
En este contexto, el exmilitar advirtió que, en términos presupuestarios, "no hay suficiente dinero para financiar todos los buques" sin retirar anticipadamente los existentes, algo que no está previsto en los planes de Trump.
Por su parte, Mark Montgomery, un oficial retirado de la Armada que ahora trabaja en la Fundación para la Defensa de las Democracias, aseveró que los planes de Trump son "un desafío masivo del mantenimiento del ciclo de vida: el costo de mantener las cadenas de suministro, el soporte de mantenimiento y la capacitación del sistema para una gran cantidad de clases de buques pequeños, que romperá el presupuesto de la Armada durante décadas".
Volumen de trabajo poco realista
Además de los plazos extremadamente cortos y la falta de financiación, el volumen de trabajo poco realista también es un problema, señalaron numerosos representantes de la industria de defensa estadounidense.
Por ejemplo, según los planes preliminares, el nuevo acorazado debería incorporar numerosas tecnologías que nunca se han instalado simultáneamente en un solo buque, revelaron dos fuentes. Se espera que los nuevos buques puedan lanzar misiles hipersónicos, además de tener la capacidad de generar energía para armas láser, y estarán equipados con cañones de riel electromagnéticos.


