Una joven de 20 años murió la noche del martes 29 de julio tras sentirse mal en el autobús en el que viajaba desde la ciudad brasileña de Foz do Iguaçu, en la frontera con Paraguay, a São Paulo. Los médicos que acudieron a examinarla encontraron 26 iPhones pegados a su cuerpo.
La mujer viajaba sola y los pasajeros alertaron al conductor de que se sentía mal cuando el autobús hizo una parada en un restaurante de la carretera mientras transitaba por el municipio de Guarapuava, en el estado de Paraná, recogen medios locales.
Todavía estaba consciente cuando llegó una ambulancia, pero le faltaba el aire. Le practicaron primeros auxilios dentro del mismo autobús, pero sufrió una crisis convulsiva seguida de una parada cardiorrespiratoria. Fue declarada muerta antes de que la pudieran trasladar a un hospital.
No hay indicios de que los celulares hayan tenido algo que ver con su deceso, pero su hallazgo generó la sospecha inmediata de un posible caso de contrabando. Las autoridades creen que la joven actuaba como 'mula' en una red de contrabando transnacional. La Policía Federal asumirá la investigación del caso, por tratarse de una posible violación de las leyes federales sobre el tráfico internacional ilegal.
Agentes de la Policía Civil inspeccionaron el autobús junto a un perro rastreador y no encontraron drogas. En la maleta de la joven solamente hubo bebidas alcohólicas de origen extranjero.
