¿Por qué Trump necesita un 'palacio volador' de Catar y qué tiene que ver Rusia?

Detrás del 'regalo' de la familia real catarí de un Boeing 747-8 al presidente de EE.UU., Donald Trump, se esconde un problema histórico asociado con el avión más importante del país, opina Alexánder Yermakov, del Instituto de Investigación de Economía Mundial y Relaciones Internacionales de la Academia Rusa de Ciencias. 

En un artículo dedicado a la aeronave Boeing 747-8 con matrícula temporal P4-HBJ, indica que lleva algún tiempo en Estados Unidos, aparentemente buscando comprador. 

"Solo un tonto no aceptaría este regalo": Trump justifica los planes de Catar de regalarle un lujoso avión

Yermakov se pregunta cómo EE.UU. terminó en una situación en la que su mandatario tenga que volar en un avión proveniente desde Oriente Medio modificado rápidamente. En respuesta, entiende que se debe al problemático programa de reemplazo del avión presidencial Air Force One. 

Los Boeing VC-25, basados en aviones Boeing 747-200B, vuelan desde 1987 y, aunque su funcionamiento todavía es aceptable, debido a la antigüedad requieren un mantenimiento cada vez más complejo. En este contexto, el analista destaca que cualquier dificultad en sus operaciones podría afectar la agenda internacional del presidente.

Si bien la necesidad de sustituir el avión presidencial se identificó hace tiempo y, en 2016, Boeing obtuvo el contrato para construir el VC-25B basado en el Boeing 747-8, surgieron varios problemas. La Fuerza Aérea estadounidense, relata Yermakov, decidió ahorrar y quedarse con dos aviones construidos para la empresa rusa Transaero, varados Estados Unidos desde que la compañía se declaró en quiebra en 2015. "Así, el futuro Air Force One del presidente estadounidense tendrá 'raíces rusas'", sostiene el experto.

No obstante, aunque se suponía que las aeronaves debían entregarse en 2024, su modernización no comenzó hasta 2020, por lo que el proceso se ha prolongado demasiado, particularmente, debido a la pandemia de covid-19 y al bajo nivel de gestión del proyecto. Así que, cuando Trump asumió la presidencia por segunda vez, en 2025, se enteró de que la espera sería más larga de lo que se preveía cuando terminó su primer mandato, en 2021. Según estimaciones realistas, la entrega se realizaría a principios de la década de 2030. 

Aunque desde Boeing aseguran que si se simplifica el control sobre la fabricación, podrían entregar el primer VC-25B en 2027, es difícil saber si esto le interesará a Trump, que ya se habrá quedado con el avión catarí y, en ese caso, deberá hacer ciertas concesiones.

• Los planes del país árabe de "regalar" a Trump un avión Boeing 747-800, valorado en unos 400 millones de dólares, apodado el 'palacio volador' por su lujoso interior, se conocieron días atrás.